Guía amable para montar el hábitat ideal de tu iguana

11/5/2025

Terrario seguro, limpio y feliz para tu iguana en casa

Tu iguana merece un rincón que se sienta como su selva. No es lujo. Es salud. Vamos paso a paso, sin enredos.

Piensa en el terrario como un mini departamento tropical. Con sol, sombra y humedad justa. Así tu iguana puede explorar, tomar el sol y descansar.

Confieso que la primera vez que armé un terrario me ganó la emoción y olvidé medir la humedad.

El tamaño del terrario: piensa a futuro

Las iguanas crecen. Mucho. Una iguana verde adulta puede medir más de 1.5 metros con cola. Entonces el terrario debe ser grande desde el inicio.

Como guía simple: 180 cm de largo, 90 cm de ancho y 180 cm de alto para un adulto. Más altura da más juego. Tu iguana usa el espacio vertical. Le encanta subir.

Si empiezas con una joven, puedes usar algo menor. Aun así, planea el terrario final. Ahorras tiempo y dinero.

Temperatura: zonas para elegir

Tu iguana necesita un punto de asoleo tibio y una zona fresca. Como cuando tú buscas una sombra después del sol. Ese contraste mantiene su cuerpo en equilibrio.

Recomendación: punto de asoleo entre 35 y 38 °C. Zona media entre 28 y 31 °C. Zona fresca entre 24 y 26 °C.

Usa lámparas de calor con cúpula y un termostato. Así evitas picos. Coloca dos termómetros. Uno cerca del asoleo. Otro en la parte baja.

Luz UVB: huesos fuertes y piel sana

La luz ultravioleta tipo B, luz UVB, ayuda a producir vitamina D3. Sin ella, el calcio no se aprovecha. Entonces llegan problemas óseos.

Elige un tubo UVB de buena marca. Colócalo a la distancia recomendada por el fabricante. Cambia el tubo cada 10 a 12 meses. Aunque siga prendiendo, baja su efecto.

Tip breve: combina UVB con una luz blanca brillante. Imita un día claro. Tu iguana se activa mejor.

Humedad y agua: clima tropical sin encharcar

La humedad ideal va de 60 a 70 por ciento. Un higrómetro te dice dónde estás. Rocía el terrario por la mañana y por la tarde si hace falta.

Un nebulizador automático ayuda si vives en clima seco. Un recipiente amplio con agua limpia suma humedad. Cambia el agua a diario.

Ventilación suave pero constante. Evita moho. Evita corrientes frías.

Sustrato seguro: piso que no se traga nada

Evita arena, grava o astillas. Pueden causar obstrucciones si se tragan. Mejor opciones sencillas y seguras.

Buenas ideas: tapetes de reptil, toallas reutilizables o papel grueso. La fibra de coco compacta también funciona si está bien tamizada y seca en la superficie.

Lo importante es que sea fácil de limpiar y no suelte polvo.

Muebles, ramas y altura: que se sienta como árbol

Tu iguana es trepadora. Entonces pide altura. Coloca ramas gruesas, plataformas firmes y una repisa para asoleo cerca de la lámpara.

Usa madera segura y resistente. Fija bien cada pieza. Nada de cosas flojas. Imagina que tu iguana es un gato torpe. Mejor prevenir.

Agrega escondites. Una cueva o una planta artificial densa le da calma. Privacidad también es bienestar.

Comederos y decoración útil

Un plato plano para verduras, otro para calcio en polvo y un bebedero estable. Colócalos en zona media. Lejos del asoleo directo para que no se seque todo.

Plantas artificiales de calidad ayudan a cubrir visualmente. Rocas lisas suman textura. Todo fijo. Todo lavable.

Por ejemplo, una plataforma de corcho alto con una rampa suave invita a subir sin riesgo.

Limpieza y mantenimiento: rutina corta que salva el día

Retira restos de comida a las pocas horas. Quita heces a diario. Limpia charolas y cristales cada semana con agua tibia y vinagre. Nada agresivo.

Desinfección profunda cada mes. Mueve muebles. Revisa tornillos. Checa cables y bombillas. Así detectas fallas a tiempo.

Yo marco en el calendario el cambio del tubo UVB. Fácil de olvidar.

Enriquecimiento: pequeñas sorpresas que suman

Cambia la posición de una rama de vez en cuando. Introduce hojas frescas colgadas en pinzas. Coloca un tronco hueco nuevo. Cosas simples.

Así tu iguana explora. Se mueve más. Gasta energía de forma natural.

Errores comunes que puedes evitar

  • Terrario pequeño que se queda corto en meses.
  • Usar lámparas sin termostato y sin medir temperatura.
  • Olvidar la luz UVB o no cambiarla a tiempo.
  • Sustrato suelto que puede terminar en el estómago.
  • Humedad baja sin monitoreo diario.
  • Muebles inestables que se caen.

Checklist rápido para tu hábitat

  • Terrario alto y espacioso.
  • Punto de asoleo 35 a 38 °C.
  • Tubo UVB vigente y bien colocado.
  • Humedad 60 a 70 por ciento.
  • Sustrato seguro y fácil de limpiar.
  • Ramas gruesas y plataformas firmes.
  • Platos estables y agua fresca.
  • Rutina de limpieza semanal y mensual.

Consejo final: piensa como tu iguana

Imagina su día. Se despierta. Sube a calentar. Baja a comer. Se esconde un rato. Luego explora y vuelve a asolearse. Diseña el espacio para ese ritmo.

Si dudas entre dos tamaños, elige el más grande. Si no sabes si hace calor suficiente, mide. Si no llega la humedad, rocía o usa nebulizador.

Pequeños ajustes hacen una gran diferencia. Tu iguana lo notará.

Entonces, ¿listos para arrancar?

Arma tu lista, mide tu espacio y empieza con lo esencial. Si quieres, comparte una foto de tu montaje y preguntas. Me encantará ayudarte a pulir los detalles.